sábado, 20 de noviembre de 2010

Desde la ventana


Desde la ventana los veo pasar cada día. Cada vez parecen ser más, o son los mismos, ya no lo sé. No tienen rumbo fijo, vagan buscando a alguien a quien atacar, pero cada vez quedan menos para ser atacados.

Desde la ventana los veo mientras algunos de ellos se paran y me miran. Yo no dejo de observarlos y luego ellos siguen su camino, parece no importarles ya que yo esté aquí y a mi ya no me molesta su olor, ese olor a podredumbre, ese olor a muerte, quizá, tan solo quizá, tras tanto tiempo me habré acostumbrado.

Desde la ventana veo el jardín de mi casa, el jardín donde empezó mi mayor desgracia desde que el mundo se rompió y comenzó a volverse loco y los muertos salieron de sus tumbas, todos aquellos que no estaban muy deteriorados y pudieron abrir sus ataúdes y romper las lapidas que los mantenían encerrados.

Desde la ventana situada en el primer piso de nuestra casa, junto a mi marido veíamos a nuestra hija jugando en el jardín que tenemos…teníamos…tengo, ya que ahora estoy sola, aunque no del todo, siempre hay alguno de ellos vagando por la calle. Mi hija … jugaba en el jardín tras muchos días sin poder salir a la calle, ya que nos daba mucho miedo a mi marido y a mí con lo que veíamos y oíamos, pero aquel día todo parecía estar tranquilo y la dejamos salir y tras un buen rato en el que bajamos la guardia no los vimos venir, atacaron a Sandra…Jorge y yo bajamos lo más rápido que pudimos e intentamos arrebatársela pero nos fue imposible, sin esperarlo de golpe algunos de ellos se abalanzaron sobre Jorge…oí a mi marido decirme que entrara en casa y cerrara y lo siguiente que salió de su boca fueron unos gritos de autentico terror y dolor. No sé como lo hice pero pude entrar y cerrar.

Después de aquello casi caigo yo también, después de cerrar subí a la habitación y desde la ventana los vi irse, a todos, al cabo de unas horas vi a mi hija y mi marido levantarse e irse también, sus pasos eran erráticos e inseguros pero avanzaban paso a paso como si tuvieran algún sitio donde ir, antes de llegar a salir del jardín Jorge se paro y se giro, levanto la cabeza mirando hacia la ventana y emitió un gruñido, se volvió a girar y siguió su camino, ya no los he vuelto a ver más. Debo de estar volviéndome loca, me estoy explicando a mi misma mis recuerdos, pero necesito hacerlo. Sí, me hirieron, no sé en qué momento pero lo hicieron, cuando pude reaccionar y moverme me limpie las heridas, baje a la cocina cogí agua y comida y volví a la habitación del primer piso y allí me encerré, desde la habitación podría saber que ocurría en el mundo, lo podría saber desde la ventana.

Desde la ventana veo a otro pequeño grupo de ellos pasar, hace días que no como y creo que tampoco duermo, pero ya no siento hambre ni me noto cansada y pocas cosas me importan…algo ocurre fuera, lo noto, hay algo distinto y ellos lo notan también, se están alborotando y poniéndose nerviosos…parece que van todos en la misma dirección, no son muchos los que hay pero han dejado de andar erráticamente y se encaminan hacia……..si, si, ya los veo parecen soldados, bueno, no lo sé pero van todos con la misma ropa y llevan armas y mascaras para respirar como en las películas…les están disparando a la cabeza, ellos van cayendo desplomados al suelo uno tras otro, los soldados o lo que sean son sumamente efectivos, los están eliminando…..los llamare, golpeare la ventana y llamare su atención..grito pero de mi boca solo surge un extraño grito, hace tanto que ya no hablo con nadie que me he quedado sin voz, mis manos y brazos se han vuelto torpes, casi como el resto de mi cuerpo me cuesta coordinar mis movimientos, hace tanto que no salgo de la habitación, hace tanto que no me muevo y lo veo todo desde la ventana…por fin, por fin he conseguido llamar su atención… que hacen? me apuntan con su arma? me apuntan a mi? No, no, MIERD………..


“Al ver que la apuntaban María retrocedió o su cuerpo retrocedió un paso como pudo y vio su rostro reflejado en el cristal de la ventana y este era como el de los muertos que vagaban por las calles y en un instante afloraron los recuerdos……el recuerdo de cuando se le acabo la comida y al poco el agua, el recuerdos del dolor que le producía el hambre y el dolor de la herida infectada en su brazo, el recuerdo de cuando ya no pudo aguantar más y cerró los ojos y el mundo se desvaneció para ella, el recuerdo de su despertar en el que ya no existía el hambre ni el dolor y tras el recuerdo en el siguiente instante comprendió, comprendió el porqué ellos la ignoraban en cuanto la veían, comprendió él porque ya no podía hablar y comprendió el porqué le costaba moverse. Y lo último que vio fue un agujero en el cristal de la ventana y su último pensamiento fue MIERD…antes de que una bala se alojara en su cerebro no muerto.”

Josép Mª Casals( Lost Boy )